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ADRIANA SANTACRUZ MOCTEZUMA
Mexico

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// Be the voice //
Manuel Cabrera
Mexico

Illu_Bethevoice

// Salvemos a la vaquita marina, la marsopa del desierto //

«Si solo quedáramos cien humanos, ¿la vaquita marina nos ayudaría?» Esa fue la pregunta que planteó uno de mis alumnos de cuarto grado cuando hablamos en clase sobre las especies amenazadas.

El estudio sobre la biodiversidad y sus interrelaciones impulsó a los niños a hacer algo por estas especies. Empezaron vendiendo papel, cartón y latas para reciclar y recogiendo donativos en la escuela. Así consiguieron 165 dólares para adoptar un cocodrilo, un delfín y un zorro rojo a través del Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF).

Sabían que la vaquita marina del golfo de California necesitaba ayuda urgente pero, ¿qué podían hacer ellos? Decidieron recurrir a los adultos. El padre de una de las alumnas nos permitió usar su página web de micromecenazgo para recaudar dinero para Greenpeace. Los niños, conscientes de que tenían que llegar a más gente, crearon un video para promocionar la campaña de donativos en el que participó toda la clase representada por cuatro alumnos. El objetivo era reunir 50.000 pesos mexicanos (3.500 dólares) para la ONG. Todos se volcaron con la iniciativa: unos hicieron dibujos, otros hicieron las esculturas de arcilla y diseñaron los premios; y entre todos consiguieron grabar un video magnífico que subimos a la plataforma mexicana de financiación colectiva Fondeadora con el título ¡Salvando a la Vaquita Marina!

Cuando estábamos trabajando en el proyecto nos enteramos de que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, iba a estar en Baja California el 16 de abril de 2015. Le escribimos una carta explicándole qué estábamos haciendo y por qué nos preocupa tanto la vaquita marina. Además, le pedimos que compartiera nuestra preocupación por el medio ambiente.

El día de la visita del presidente a Baja California, la versión en línea del periódico mexicano Milenio publicó un reportaje sobre el video, que ya estaba colgado en el sitio web de Fondeadora.

Cuando cinco días después llegamos al objetivo de financiación, apenas podíamos creerlo. ¡Fue muy emocionante para los niños!

Uno de los padres nos sugirió que solicitáramos una entrevista en la emisora de radio local para promover el proyecto y conseguimos que ocho alumnos participaran en directo. La emisora dedicó el programa anterior a la SEMARNAT, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, y el siguiente a Greenpeace.
Poco después me entrevistaron en el espacio La Entrevista Verde de la emisora RED AM y nos invitaron a participar en el programa de televisión La Mujer y la Ecología de la cadena Green TV, que intenta concienciar sobre la importancia de preservar y cuidar la biodiversidad de nuestro mundo.

A continuación les dejo parte de la información que los niños recabaron con todo su entusiasmo durante su investigación en clase.

La vaquita marina o cochito (Phocoena sinus), que apenas alcanza los 150 cm de largo, es uno de los dos cetáceos más pequeños del mundo. Es endémica del golfo de California o mar de Cortés, de la zona próxima al estuario del río Colorado, y se cuenta entre las seis especies existentes de marsopas, una familia cuyo nombre procede en muchos idiomas de términos antiguos que significan «cerdo de mar». Estos preciosos y tiernos mamíferos marinos exhiben parches oscuros alrededor de los ojos y la boca y una fina línea blanca desde la boca a las aletas pectorales. Tienen la parte superior del cuerpo de un color gris oscuro que pierde intensidad en los laterales y se convierte en blanco en la parte ventral, surcada por bandas grisáceas. Se alimentan de especies como las corvinas de ojo grande, los burritos rayados y los calamares y usan un sistema de ecolocalización para comunicarse y desplazarse por las aguas del golfo. Evitan siempre los barcos debido a su carácter discreto y esquivo y a su timidez. Se cree que tanto las hembras como los machos alcanzan la madurez entre los 3 y los 6 años y se aparean cada dos años y tienen sus crías en primavera, tras un periodo de gestación de entre diez y once meses. Su esperanza de vida es de 21 años. Prefieren las aguas poco profundas cercanas a la orilla.

Suelen estar solas o en pequeños grupos de dos o tres, pero no se dejan ver fácilmente. Desgraciadamente, este mamífero se encuentra en peligro tanto de México como en los Estados unidos y figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Su situación se considera crítica a causa principalmente de la grave amenaza que suponen las redes de enmalle o agalleras usadas para pescar camarones. Se calcula que al pescar con estas redes no sustentables quedan atrapadas y mueren cada año entre 39 y 84 ejemplares, una cifra a todas luces insostenible. Aunque la vaquita marina no es una especie piscícola, la pesca es su principal enemigo, como le sucedió al delfín de río chino, que acabó convertido en una captura no deseada de los pescadores locales que intentaban ganarse la vida y alimentar a sus familias. Son «daños colaterales». Otro factor que pone en peligro a la vaquita es el descenso del volumen de agua dulce que el río Colorado vierte en el golfo de California debido, en parte, al aumento de la demanda de agua potable en el oeste de Estados Unidos. Además, el agua que llega al golfo contiene una gran cantidad de residuos agrícolas que alteran su composición química. La pesca ilegal de la totoaba también contribuye al problema.

A pesar de la aprobación de nuevas leyes, de la creación de reservas específicas y de la obtención de fondos para su conservación, la población de vaquitas marinas sigue disminuyendo. Son muchas las organizaciones que están trabajando para solucionar el problema, entre ellas Earth Ocean, WWF, el Instituto Nacional de Ecología (INE), Whale Trackers, Ocean Foundation, VeoVerde, la Sea Shepherd Conservation Society, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), el Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Armada de México y Greenpeace.

Según Greenpeace, en la actualidad quedan 97 ejemplares de vaquitas marinas de las 567 contabilizadas en 1997. El delfín chino de río o baiji, endémico del río Yangtze, se convirtió en 2007 en la primera especie de cetáceos en extinguirse en la época moderna como resultado directo de la actividad humana.

El Gobierno mexicano ha diseñado un plan para salvar a las vaquitas. El pasado 16 de abril, el presidente Enrique Peña Nieto viajó a Baja California para anunciar junto al embajador estadounidense Anthony Wayne un acuerdo bilateral de protección de las vaquitas y su ecosistema que contribuirá a conservar la biodiversidad de México.

El presidente mexicano comunicó la prohibición de pescar en la reserva de vaquitas durante dos años y dio a conocer los cuatro pilares de la estrategia gubernamental. Se ha duplicado la superficie de la reserva de 5.600 a 11.000 km y se concederán ayudas a los pescadores que opten por otros medios de vida. Los marinos mexicanos vigilarán la península de Baja California con tres embarcaciones Defender FC-33 adquiridas para este fin y contarán con la colaboración del Ejército mexicano para retirar las redes perjudiciales y fomentar el uso de alternativas sostenibles. La piedra angular del plan de conservación será el monitoreo de las vaquitas marinas durante dos años.

Peña Nieto recordó que México representa el 1% de la superficie de la Tierra pero alberga el 10% de la diversidad mundial.

El embajador Wayne aseguró que el presidente estadounidense Barack Obama desea acabar con la pesca ilegal del totoaba, una especie en peligro que alcanza precios desorbitados en el mercado negro chino. Como apoyo al plan del Gobierno mexicano, trabajarán en la lucha contra el comercio ilegal de fauna salvaje.
Un día después del anuncio, el 17 de abril de 2015, se produjo la detención de dos personas que estaban pescando totoabas en la reserva y que se enfrentan, según la prensa, a multas de hasta 3 millones de pesos mexicanos (200.000 dólares) y a una pena de 12 años de prisión.

Lo que necesitamos ahora es el apoyo de la población. La pesca sigue siendo la mayor amenaza para los cetáceos de todo el mundo, ya que la industria pesquera acaba con cientos de miles de mamíferos marinos al año. ¡Aún podemos hacer algo para salvar el planeta!

Con el apoyo de padres y maestros, ¡los niños de diez años pueden conseguir cosas maravillosas! Es sorprendente comprobar la energía y el entusiasmo que se esconden tras su proyecto y cómo ha transcendido a las familias de los niños y al resto de la comunidad. El trabajo conjunto para lograr un objetivo común ha revestido de la máxima importancia hasta el más mínimo detalle del proyecto.

La cita del libro “Una Nueva Tierra” de Eckhart Tolle se aplica perfectamente al tema de la conservación ecológica y a la vida en general: «El universo es un conjunto indivisible en el que todo está interconectado, nada existe aislado».

www.vaquita.tv

Adriana Santacruz Moctezuma

Adriana Santacruz Moctezuma estudió una maestría en Ciencias de la Educación en la Universidad del Valle de México y lleva tres décadas trabajando como profesora de inglés en su México natal. Ha pasado por diversas instituciones educativas enseñando a alumnos de todas las edades, desde preescolares a adultos. Siempre ha apoyado el cambio de los métodos educativos tradicionales por enfoques constructivistas y ha sido testigo de la evolución tecnológica. Cree que los maestros han de convertirse en modelos para sus alumnos e inspirarles en sus decisiones vitales. Su método de enseñanza se basa en el planteamiento de preguntas para fomentar la reflexión y animar a los estudiantes a actuar.

Manuel Cabrera

Manuel Cabrera nació en la Ciudad de México en 1986. Ahí estudió diseño gráfico en la Universidad Iberoamericana. Actualmente trabaja como diseñador e ilustrador independiente y termina sus estudios de arquitectura.

Mayo 2015
© Santacruz International Communication

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